Grandes fichajes de la historia del fútbol. Hoy, el Madrid.

No se asusten, no íbamos a dejarles sin sus bien preciados inútiles fichajes blancos. Si en la historia del Barça hubo un onvre clave, Gaspart, en esto de los fichajes chorras la historia del Madrid también cuenta con su mesías particular, Ramón Calderón. Y si en la historia del Barça las dos palabras temidas eran "central" y "Arsenal" en la historia blanca mantendremos la palabra "central", a la que añadiremos la palabra "negro". Ya verán porque, ya. Sólo tienen que ver el primero en salir.

25. Julio Baptista, con un guante en el pie

Debo confesarlo, en esta elección me dejé llevar por la presión ejercida por el jefe. Yo hubiese puesto aqui al igual de poco habilidoso Higuain pero que le vamos a hacer. Baptista al menos sabía tirar algo bien las faltas y metió un gol en un gran partido (el del Camp Nou). Al gañán de Higualín aún se le espera... Pero, that's life, la presión de los jefes hacen que Julio ocupe la vigesimoquinta plaza de nuestra lista.

24. Nicolás Anelka, ni un gol al arcoiris (pero al Barça si)

Arsenal. Otra vez esa palabra pero esta vez en bocas merengues. Este marciano llegó a Madrid con 19 años por la nada desdeñable cifra de 33 milloncitos de euros que el tío Sanz pagó muy gustosamente. Una vez en la capital sus registros goleadores de elevaron a la extratosfética cifra de 1 gol en todo el año, y fue precisamente al Barça. En Champions sus cifras se elevaron a la cantidad de 3 goles, todos contra el Bayern en las semis. Quizá por eso esté tan arriba, era y es muy malo, pero al menos sabe seleccionar a quien meterle.

23. Marcelo Vieira, el payaso de la banda izquierda

Siempre he estado en contra de la devaluación de la palabra payaso. Un payaso hace reir a la gente, especialmente a los niños, y eso es algo muy bello. Por eso Marcelo debería estar orgulloso de que le llamara payaso. Sus gestos (especialmente los del mitiquísimo partido del Getafe), sus comparaciones (Roberto Carlos debería vomitar sobre él) y sus agujeros defensivos lo convierten no sólo en el mejor payaso de nuestra liga, sino en el mejor amigo de los extremos derechos de los rivales. Vamos, que Jesús Navas y Messi rezan porque toque el Madrid.

22. Antonio Cassano, Mr. panteras rosas

El paso de "talentino" por el Real fue, realmente, muy bello y agradable... para todos los rivales. Sus goles llegaron a una velocidad inversamente proporcional a sus kilos. Según él mismo contó se hinchaba de pasteles y bollos a todas horas, aunque sólo había que ver se incipiente barriguita para darse cuenta de eso. Pero hay que destacar lo que realmente le hace grande: es uno de los onvres blancos que le marcó antes de los 5 minutos un gol al Atlético. Ese gol, junto al pase que le dio a Higuain en otro contra el Atlético también, le harán estar siempre en nuestra mente.

21. Rafael Van der Vaart, por mí y por todos mis compañeros

Al menos pondremos la foto de la mujer para alegrar algo el artículo y, de paso, elogiar su buen gusto. Ya hablando de él como futbolista está en la lista ya no sólo representándose a sí mismo como gañán, sino representando con él al resto de gañanes holandeses que aterrizaron por Concha Espina. Sneijder, Robben, Huntelaar... todos tienen su dosis de inutilidad, aunque sin duda Rafa el que más. Además sumémosle que, cual Ciric, debe de ser el único gaditano-holandés de la historia de la humanidad.

20. Jose Antonio Reyes, el Mendieta culé

Las cosas de Capello. Para aspirar a ganarlo cuasi todo era necesario como el comer fichar a ese crack venido muy a menos llamado Reyes. Sus participaciones de blanco fueron escasas pero, of course, tuvo su momento de gloria. Y fue nada más ni nada menos que dándole la liga al Madrid con dos goles en el último partido contra el imperial Mallorca de Maxi López. Pero, que no les engañen, Reyes apestaba, apesta y apestará cual pan podrido.

19. Fernando Gago, "el nuevo Redondo"

Aún si estuviese gordo podría llegar a entender la comparación, pero la realidad es que Gago es el peor mediocentro de la historia del Madrid. Su dureza en el campo es comparable a la de una amapola y su distribución de balón equiparable a la de su compañero Diarrá. Si está tan arriba en la lista es porque encima es tan soso que no nos ha dado ni siquiera aportes de risa (fuera del campo) como otros compañeros suyos que más adelante saldrán.

18. Robert Prosinecky, la peor pelea de la historia

El compañero de Amunike en los anuncios de la Kangoo. Eso ya debería bastar para ponerlo tan arriba en la lista pero si encima le sumamos su rodilla que se rompía cada 5 minutos y que Barça y Madrid se pelearon cruentamente por sus servicios durante todo un verano pues descubriremos más porques de su posición. Además después de hacer el ridículo en el Madrid alguna mente pensante del Camp Nou decidió ficharlo, con dos huevos. ¿Qué porqué no estuvo entonces entre los fichajes chorras del Barça? Soy humano, lo olvidé.

17. Carlos Secretario, otra capelada

10 años antes de antojársele Reyes, Capello ya tuvo un primer y feliz antojo, Carlos Alberto Secretario. El penosísimo portugués ocupó el lateral derecho (del banquillo) durante toda la temporada 96/97 y sólo salió a jugar cuando Panucci estaba muuuuuuuy muuuuuuuuuy lesionado y no quedaba otra que ponerlo. Realmente habría sido gustoso de ver a Secretario por la derecha y Marcelo por la izquerda... Ah, los sueños sueños son.

16. Albano Bizarri, el onvre que metió a Casillas en el primer equipo

Temporada 1999. El bueno de John Benjamin Toshack decide fiar su portería a un tipo recién venido de Argentina llamado Albano Bizarri. Pronto la calamidad se cierne sobre el Bernabeu (muy especialmente el día que el Zaragoza gana 1-5) y John busca soluciones en la cantera. Una mano fuera del área y expulsión de Bizarri en San Mamés a los 15 minutos fue la gota que colmó el vaso de Toshack, que decidió poner a Iker bajo palos y nunca se volvió a saber de Bizarri hasta que un buen día, como por arte de magia, se presentó con el omnipotente Gimnástic de Tarragona a jugar la liga 06/07, con funesto resultado.

15. Pedro Munitis, el gran acierto de Floren

Dad gracias, a punto estuvo de traer también a Tristán. El fichajes de Munitis por el Madrid es uno de los más absurdos que se recuerden. En una delantera de lujo el bueno de Pedro desentonaba más que (como diría Peter Griffin) la Y entre el resto de vocales. Su andadura en el Madrid fue tan efímera como largos fueron sus momentos de banquillo. Eso si, fue irse del Madrid y hacerles la puñeta con goles y más goles.

14. Albert Celades, el traidor gracioso

Jugadores así da gusto que te traicionen y se vayan al máximo rival. Conjuntaba la capacidad de sacrificio de Guti y la técnica de Diarra, además del incontrolable carácter de Valerón. Vamos, una joyita. Veáse en la foto disputando una pelota con otro de los traidores graciosos, Alfonsito Pérez. Ah, que devaluado estaba el Clásico por entonces.

13. Pablo García, el quebrantahuesos

No me lo niegen, daba gusto ver jugar al Madrid con Pablo García y Gravesen (que más adelante vendrá) llevando la manija. Pablo García era el tipo blando de la pareja, con eso lo digo todo. Los onvres volando por los aires en el mediocampo del Bernabeu ya son historia de La Liga. Lástima que no diesen continuidad a esta pareja. Pablo se fue a deambular por Vigo, Murcia... y quien sabe donde andará ahora.

12. Julio César, la lentitud hecha onvre

Central y negro. Nada bueno podía salir. Su velocidad punta era comparable a la del mismísimo Christanval (aunque creo que el gran Phillippe aún sería capaz de sacarse lo mejor de sí mismo e ir más lento que Julio). Su colocación en el campo era tan mala que en ocasiones parecía haber sido colocado por el entrenador rival y darle el balón era simplemente perderlo (no perder la posesión sino perder directamente el balón, que solía salir del estadio). Afortunadamente, al menos, este no retrocedía tanto en el tiempo, de hecho en la foto que lo encabeza sólo retrocedió al 97.

11. Thomas Gravesen, yo Paaaaablo.

Sus momentos míticos son tan innumerables que podríamos dejar el resto de artículos en "entradas anteriores" si los contásemos todos. Sin duda el momento crucial de su aventura en Madrid fue cuando inventó eso que todos llaman "la gravesinha" y yo llamo "demostración definitiva de que Dios no existe". Y es que estoy convencido de que todo el madridismo, al ver a Thomas doblar la rodilla, rezó por que se rompiese todos los ligamentos y huesos posibles para que no volviese nunca jamás. Sin embaro Thomas es fuerte y pudo no solo sobrevivir a su propio regate sino hacernos disfrutar durante año y medio más de sus brutalidades (tratar de levantar a Ronaldo a peso es una brutalidad de las grandes).

10. Walter Samuel, la primera venida del muro

El Madrid es muy dado a que les coloquen muros. Cannavaro vino en 2006 pero el pionero, 2 años antes, fue el muro argentino: Walter Samuel. Dejando de lado lo tremendamente feo que era (que lo era) hablemos de lo temendamente malo que era (que lo era... y lo es). Su cintura es lo menos flexible que se ha descubierto posterior al acero y su distribución de juego, sobretodo siendo el sustituto de Hierro, era poco menos que paupérrima.

9. Elmer Baljic, la estafa bosnioherzegovina

Lo lógico sería que un jugador que viene de Bosnia-Herzegovina al Madrid es que sea un crack, sino nadie le conocería y, ni mucho menos, le dejaría jugar en el Madrid. Pues bien, cuando Baljic llegó a Madrid parecía que venía un megacrack dispuesto a cambiar la historia. Per quien realmente vino fue... el Litmanen blanco. Un onvre que rara vez se movía de su fija posición sobre el terreno y que su contacto con el balón se limitaba a lo lejos que le llegase la pierna. Obviamente su contacto con el césped fue más bien escaso.

8. Carlos Diogo, el jaguar

Pobre Diogo, resignado a ser suplente de un Michel Salgado en plena decadencia. Lógico que se deprimiese y su fútbol rozase lo penoso. Sin duda es uno de los grandes aciertos de Florentino, un lateral total, totalmente desastroso, tanto en defensa como en ataque hasta el punto de que duró sólo un año antes de irse al Zaragoza, donde deslumbró levemente y ya se lo quisieron colocar al Barça. Quien sabe las aventuras que estará viviendo ahora el bueno de Diogo, y sobretodo donde.

7. Emerson Ferreira, el puma de Pelotas

Lo conseguimos, encontramos a un jugador que, de verdad, podría echarle una carrera a Christanval. Su velocidad era tan limitadísima que incluso daba la impresión de que Mahamadu Diarra era veloz a su lado. Su aportación del fútbol español fue la impresión de que cualquiera de nosotros lo haríamos mejor que él y la sensación de que estaban dando oportunidades de jugar al fútbol a la tercera edad (no obstante ahora juega en el Milán). Y además, como el resto de los humanos pero diferente, nació en Pelotas.

6. Perica Ognjenovic, la petrificación yugoslava

Petrificados nos dejó a todos aquel fichaje del tio Sanz. Un buen onvre, agricultor de profesión en Yugoslavia, de repente se ponía a jugar en el Real Madrid campeón de Europa. Sobra decir que su participación fue inexistente pero el mero hecho de llegar hasta ahí ya le convierte en un grande e histórico de nuestra liga. Sus 0 goles así lo constatan.

5. Jonhatan Woodgate, de casa a la enfermería y viceversa

Quizá el hecho de que haya pasado ya algún tiempo provoca que Jony esté fuera del podio. Pero su historia es tan grande como que el tío Floren pagó 22 milloncejos de nada por el colega y éste sólo jugó 3 partidos de blanco, con un balances de 2 autogoles y 1 expulsión. El resto del tiempo se lo pasó lesionado mientras el descarte por posibles lesiones, Milito, triunfaba en el Zaragoza. Eso sí, Milito se acabó lesionando 7 años después y eso sirvió para que los que lo descartaron se pusieran sus medallitas. En fin, mis conocimientos médicos también dicen que Muniain el del Athletic se va a lesionar. Ya verán como se cumple, ya.

4. Iván Campo, lo más feo de entre los feos (y malo)


Pegcev santo, como algo tan feo pudo vestir la camiseta blanca. Futbolísticamente era malo pero su cara lo disimulaba todo. Esos pelos al aire son ya un símbolo de la humanidad. Futbolísiticamente basta decir que cogió una depresión de caballo de lo malo que era. Las crítica (estéticas y deportivas) se cebaron con él y no le dejaron otro camino que emigrar a tierra de feos, Inglaterra. Eso si, antes de irse nos dejó un gol al Atlético, como debe ser.

3. Royston Drenthe, cuerpo a tierra

Sus azañas siempre serán recordadas. Lo juro sobre sus rastas. El primer día que llegó a Madrid estrelló su coche contra uno de la policía. En su presentación no fue capaz ni de coger el balón e hizo ya el ridículo y ya en competición sus caídas constantes y, sobretodo, su fallo ante Valdés en el Camp Nou han marcado para siempre tanto su vida como las nuestras. Y, además, es el compadre de nuestro número 1.

2. Edwin Congo, el onvre que nunca pisó el césped

Juro que me esforcé en buscar otra foto, pero sólo debieron hacerle ésta. La andadura de Congo en el Madrid es tan breve como que, junto a Eto'o, lo trajeron de la inmundicia en que vivía. Una vez aquí jugó un amistoso un metió un gol. Fin de la historia. Después se arrastró por campo de tierra en tercera división y desapareció definitivamente del mapa. Pero los grandes de verad nunca lo olvidaremos.

1. Julien Faubert, un apasionado del fútbol


Ah, que podemos decir de la aventura de Faubert en el Madrid. Fue el último y genial golpe de gracia de Ramón Calderón. Julien Faubert, con barriga cervecera y poquitas ganas de madrugar, se presentó en el Bernabeu un glorioso día 27 de enero de 2009. Su aportación al equipo se limitó a media hora de juego en toda la temporada en la que consiguió lesionar a Pepe de un pisotón y dar muestra de que no estaba hecho para jugar a fútbol. Su highlight indiscutible fue cuando, con la liga en juego aún, se durmió en el banquillo de El Madrigal. Sin duda el jugador más grande que yo he visto pasar nunca por el Madrid. Sin embargo...

0. y de regalo... Claudemir Vitor

A puntito estuve de meter a Ricardo Rocha, el onvre que con dos goles en propia puerta en el últmo minuto le dio la liga al Barça en Tenerife. Sin embargo la historia de Vitor es infinitamente mejor. Ramón Mendoza necesitaba un lateral derecho y le habían informado de uno muy bueno que jugaba en Brasil. Hacia allí se fue y cuando llegó a Sao Paulo se encontró con la negativa de venderles al joven Cafú. A cambio le daban una opción de compra para el verano y a Vitor cedido durante 6 meses...6 insuflibles meses. En tan solo 2 partidos Ramón Mendoza se dio cuenta de que Vitor ni tan siquiera era futbolista y que el Sao Paulo se la había colado y bien. Mendoza enfurecido regresó a Brasil con Claudemir para dejar allí semiabandonado y, de paso, romper el acuerdo de venta por Cafú, temiéndose lo peor. Realmente grande este Vitor

Finalmente para finalizar el artículo les dejo con una fraseque me marcó. La ley en las portadas de Marca los días 30 de noviembre y 1 de diciembre. Reflexionen sobre ella: "Camuflados en las gradas, unos energúmenos sabotearon el Clásico disparando su cañón láser contra los jugadores del Real Madrid. Los energúmenos estaban organizados. Utilizaron un trípode y cañón de luz de 400 milivátios". Piensen, este es el diario más comprado de este bendito país.